Hoy se conmemora el “Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer”, es decir, es una fecha que pretende hacerse eco de una lacra global de carácter estructural. Un problema social que afecta a cualquier cultura, religión, país y grupo social.
Las cifras, tan sólo en España, son espeluznantes. En lo que llevamos de este año 2020 han sido asesinadas 38 mujeres en nuestro país. La media anual de mujeres asesinadas por violencia de género desde el año 2003 es de 61, es decir, mueren asesinadas cinco mujeres al mes en la mayoría de las ocasiones por sus parejas.
La violencia contra la mujer llevada al extremo, el asesinato, deja un doloroso rastro que también se manifiesta en el número de niños y jóvenes menores de edad que, muy probablemente, han visualizado escenas de violencia terribles que van a fijarse en su memoria. Desde el año 2013 han quedado huérfanos por la violencia machista 295 menores, 39 menores huérfanos cada año.
La violencia de género se manifiesta de múltiples formas: control sobre la mujer, la violencia emocional y psicológica, el miedo, la represión económica, la violencia física y sexual… Además, la violencia sobre la mujer comienza a edades muy tempranas, habiendo estadísticas sobre casos de violencia sobre la mujer en edades inferiores a los 16 años.
Cada año son miles las llamadas que se realizan al teléfono 016 de atención a las víctimas de violencia de género. Datos de escalofrío, que hacen pensar en la complejidad del problema y en lo enraizado que se encuentra. Por eso mismo hay que solicitar más impulso a las autoridades y tener una conciencia social que impida la violencia hacia la mujer por el hecho se serlo.
Cada año se producen en España más de 140.000 denuncias por violencia de género. Lo que quiere decir que cada día tienen lugar 392 denuncias asociadas a la violencia a la mujer. Y señalar que hay denuncias falsas es faltar al sentido común ya que, según los datos oficiales, el promedio en la última década de denuncias falsas representa el 0,0069% del total.
En la ciudad de València se presentan más de 5.700 denuncias por violencia de género, la inmensa mayoría procedentes de atestados policiales. No disponemos de las cifras de denuncias que se presentan en el Barrio de Malilla pero, haciendo un cálculo muy grosero, es probable que superen ampliamente el centenar; algo que como vecindario debe preocuparnos.
Algo serio está pasando que puede calificarse como pandemia; la pandemia de la violencia de género. Como miembros de esta sociedad debemos reflexionar sobre esta situación con cifras escandalosas que, como padre, pareja y persona, asustan. Este goteo continuado de sangre no nos puede dejar insensibles ante la gravedad de la situación.
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