La Columna de… “Adrián Bermell” | El ocaso de la ética

El pasado jueves se aprobó en el parlamento la octava reforma educativa de la democracia, la Ley Orgánica de Modificación de la LOE (LOMLOE), conocida coloquialmente como «Ley Celaá». Al tratarse de una ley orgánica, precisa de una mayoría absoluta para su puesta en marcha: obtuvo 177 votos de los 176 necesarios, 148 votos en contra y 17 abstenciones; por lo que ahora queda en manos del Senado.

Son varias las líneas de actuación de la reforma que han generado controversia y vaticinan un desmoronamiento, aún mayor, político y social. Sin embargo, entre ellas, emerge silenciosa una de la que todavía no se ha reparado total y consecuentemente: la eliminación de la asignatura de ética en la Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO).

Durante la vigencia de la LOMCE, se demandaba cursar un ciclo de filosofía completo: Ética en cuarto de la ESO, Filosofía en primero de bachillerato e Historia de la filosofía en segundo. La sorpresa ha sido palpable cuando, tras haberse acordado este plan educativo por unanimidad en la cámara, se descarte la presencia de Ética en el cuarto curso de secundaria debido a que existen demasiadas materias y no pueden «suprimir» ninguna para introducirla en el plan de estudios.

Acudo al instituto Martí Sorolla II, en el Barrio de Malilla. He quedado para charlar acerca de todo esto con Héctor Solsona, profesor de Ética y Filosofía. Le espero en el vestíbulo de la secretaria del centro, a las puertas de un déjà vu y de unos pasillos que un día recorrí. Han pasado diez años, doce desde que cursé mi bachillerato.

Según Solsona, «es un acto de corrupción, carente de moral». La Ética es una asignatura intangible, difícil de medir y no tiene cabida «porque se sale de una hoja excel». Tampoco conocen realmente desde el arco parlamentario a la asignatura ni su contenido, pues la alternativa de “Valores Cívicos y Éticos” disponible en secundaria la podrán impartir docentes cuya preparación académica no esté ligada a la filosofía. «El pensamiento crítico se centra en cada materia, pero solo puede hacerlo un/a filósofo/a sobre filosofía. No se transmiten valores transversalmente desde cualquier otra materia».

Al quedar como tal fuera del bloque de secundaria, hay capas enteras de la población que no va a acceder a la filosofía. Sesga a la población y crea una desigualdad académica y de valores entre quienes estudian hasta la educación secundaria obligatoria y quienes continúan con el bachillerato. «Se trata de darles también la oportunidad», señala el profesor. Oportunidad que ni tan siquiera debería considerarse como tal, puesto que es más bien una necesidad.

La realidad, describe el profesor, es que a esas edades, los jóvenes estudiantes no están preocupados en general por el pensamiento, y muchas de las cuestiones tratadas en la ética son ininteligibles o de poco interés para el alumnado. Pero tienen una toma de contacto con unos valores y un pensamiento que en el mañana necesitarán. «En su mayoría, la falta de experiencia vital les impide progresar mucho en la materia. Pero ya se cuestionan cosas y son capaces de razonar. Con esa oportunidad, plantas una semilla en ellos que aflorará con el tiempo. Cuando pasan los años se acuerdan de las cuestiones que tratamos y las ponen en práctica».

Se evidencia pues, que «no se fomenta la creatividad y el pensamiento». De esta manera, tan sólo se sigue la ideología del Gobierno al mando en ese momento. «No están interesados realmente. No quieren dar instrumentos para que la gente piense y vea la realidad de otra manera». Si atendemos a las disputas y a los cambios constantes en relación a las políticas educativas la respuesta es clara: «Realmente, en España las políticas educativas no existen. No hay política de Estado educativa sin ideología».

La repercusión de esta decisión, a priori invisible e inocua para algunos, puede desencadenar en el futuro problemas en la vida personal de muchos. «Merma el no saber que existen más tipos de pensamiento, que sólo seguimos una corriente prácticamente unidireccional de la sociedad y la publicidad. Genera un afán de dominio y una pérdida de libertad, porque entonces no quieres que el otro sea el otro al privarle de esta enseñanza».

La situación global y social es, más que nunca un reto cambiante, donde se trazan diferentes escenarios adversos. Y en España ostentamos delirios de grandeza: «sobre la educación, la sanidad…» pero realmente estamos demasiadas veces en la otra cara de la moneda, y apenas quejumbrosos. «Los españoles somos un poco estoicos, como Séneca. En Francia, por ejemplo, tradicionalmente se reflexiona más. Descartes les hizo mucho bien», bromea Solsona.

Héctor Solsona es activo en redes sociales, especialmente con este problema encima de la mesa. Comparte y aporta junto con otros compañeros filósofos a través de diferentes canales. Él forma parte de la protesta, pero organismos como la Red Española de Filosofía (REF) y la Asociación Española de Ética y Filosofía Política (AEEFP) también están en marcha.

Todavía falta la acción del Senado, pero el acuerdo previo no ha sido respetado. «Si cae la Ética se rompen los esquemas, la decisión era unánime. El problema se perpetúa cuando se fractura el acuerdo y apenas nadie lo reprocha». La brecha política continúa hasta en las perspectivas en común.

El Gobierno pretende instaurar un sistema educativo moderno y actualizado. Uno de los objetivos es reforzar la enseñanza y dejar de ser un país con una precariedad educativa de sobra conocida en Europa. Apartando a la ética y a la filosofía, sólo se consigue lo contrario. Valores transversales, enseñados por profesionales en la materia, son los que pueden al menos intentar arrojar algo de luz y adaptar la educación al siglo XXI con los problemas y retos mayúsculos que plantea, máxime en esta situación de incertidumbre. Así es cómo debe finalizar la Enseñanza Secundaria Obligatoria. Theoria cum praxi (la teoría y la práctica).

Fuentes y agradecimientos:
Agradecimiento a Héctor Solsona, profesor de Ética y Filosofía en el Instituto Martí Sorolla II, Valencia.
www.eldiario.es
Red Española de Filosofía (REF)
Asociación Española de Ética y Filosofía Política (AEEFP)
Fuente de la imagen:
Autoría: Dids
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